El envasado de galletas y productos de confitería implica creatividad, además de prestar atención a las normas de seguridad y al comportamiento de los consumidores. Aquí hay una mirada más profunda de lo que un diseñador de envasado de alimentos debe tener en cuenta al decidir sobre los materiales adecuados.
La envoltura de papel de aluminio es eficaz para conservar los productos alimenticios, ya que puede adoptar diversas formas y mantener los alimentos protegidos del aire y otros elementos ambientales. Los embalajes surtidos compuestos por cartones de cartón y bandejas de celdas se utilizan a menudo para la decoración, especialmente para chocolates de primera calidad. La lámina es flexible y viene en varios espesores.
El vidrio es popular porque proporciona una protección fuerte y se puede moldear de muchas maneras diferentes, aunque se puede romper en el proceso de envío. Tenga en cuenta, sin embargo, que el vidrio contiene hidróxido de sodio y que las trazas de partículas pueden mezclarse con agua destilada dentro del contenedor, si se almacenan por más de un año.
El plástico se usa ampliamente para el envasado debido a su costo, conveniencia y apariencia brillante, pero también genera una gran cantidad de residuos que ofenden a los grupos ambientales. Por lo general, una vez que se abre un paquete de plástico, la comida debe consumirse de inmediato, a menos que sea una bolsa hermetica.
Uno de los grandes problemas con el plástico, aparte de que es una toxina, es que puede ser absorbido por otros químicos. Cuando los plásticos van a parar en sistemas naturales de agua, los peces pueden consumirlos y propagar toxinas cuando los humanos los ingieren. Una de las razones por las que ciertos gobiernos están pidiendo una reducción plástica es que ha contribuido a la destrucción de la vida marina.
La seguridad del producto es una preocupación primordial entre los diseñadores de envases de alimentos. La comida debe conservarse durante semanas o meses sin alterar el contenido. El empaque debe ser capaz de soportar elementos ambientales tales como suciedad, polvo, humedad, moho y bacterias. Incluso una pequeña fuga de aire puede provocar que la comida se eche a perder. Los plásticos eventualmente se degradan, mientras que los metales proporcionan un poder más duradero. Los metales funcionan bien para el envasado de alimentos debido al fuerte material irrompible.
Cualquier producto alimenticio que se oxida rápidamente necesita un recipiente hermético. Los productos frescos se pueden conservar bien con hojas delgadas de papel de aluminio. Las latas tienen bajos niveles de toxicidad y no son susceptibles a la oxidación o corrosión. Junto con otros metales, la lata y el aluminio proporcionan la protección más efectiva contra la contaminación. Almacenar los alimentos a la temperatura adecuada también es importante para los problemas de salud.
Una de las razones por las que los comercializadores de alimentos desean adoptar la sostenibilidad es que los consumidores cada vez hacen elecciones más ecológicas. Las personas están leyendo más sobre el medio ambiente y quieren ser parte de la solución en lugar del problema. La industria del envasado de alimentos está adoptando cada vez más la responsabilidad social corporativa al desarrollar productos y empaques más sostenibles. Está ayudando a mejorar la confianza con los consumidores compartiendo valores.
Los materiales que se pueden reciclar, como la hojalata y el aluminio, han ganado popularidad entre los envasadores de alimentos. Ambos materiales se pueden usar una y otra vez y son lo suficientemente flexibles para adaptarse a una gran variedad de formas y tamaños. La razón por la que el empaquetado importa es que se corresponden con la estimulación visual. Los paquetes grandes comunican valores diferentes a los paquetes pequeños, al igual que las formas poco comunes se perciben como especiales para los consumidores, en comparación con las formas comunes.
Tanto la hojalata como el aluminio se pueden producir en masa de manera rápida y económica. La hojalata se puede utilizar para varios tipos diferentes de tapas herméticas sobre las latas de aluminio. La hojalata y el aluminio son mucho más confiables que las bolsas de plástico cuando se trata de proteger el producto en el proceso de envío. Extender la vida útil lo más posible es un factor importante en la planificación de la venta y la sostenibilidad. La sostenibilidad se puede medir de muchas maneras, incluida la calidad. Tanto el aluminio como el estaño se pueden reciclar sin cesar, sin pérdida de calidad.
Los líquidos y los polvos se pueden envasar de varias maneras, lo que hace que los materiales flexibles como el aluminio sean prácticos. El aluminio es un material de empaque popular en la industria de bebidas, ya que cuenta con la tasa de reciclaje más alta que cualquier otro material de empaque.
Los recortes en la seguridad de los envases de alimentos pueden llevar a multas graves emitidas por organismos reguladores de los Estados Unidos y la Unión Europea. El etiquetado no solo debe ser preciso y evitar un lenguaje engañoso, sino que también debe contener información específica sobre el producto y el fabricante. La razón principal de las regulaciones de empaque es proteger al consumidor de digerir alimentos en mal estado que pueden causar riesgos para la salud. Es esencial para los comercializadores de alimentos proteger su reputación, ya que los retiros masivos pueden dañar la imagen de una empresa.
Consideraciones sobre el material de embalaje
El embalaje se ha convertido en una forma de marca en el mundo del consumidor moderno. Por lo tanto, debe ser lo suficientemente llamativo como para sobresalir en un entorno minorista y cumplir con los requisitos de seguridad alimentaria y vida útil.